A mi juicio, los candidatos presidenciales se equivocan cuando buscan "igualar la cancha" laboral entre hombres y mujeres. Explico por que.
1. Es hipócrita decir que las mujeres deben trabajar más o que deben poder hacerlo. Algunos aluden a la capacidad o el derecho, discutible per se, pero también hay quienes que lo único que buscan es que aumente la fuerza laboral en general, y en particular la más capacitada, con las mujeres que han optado por ser dueñas de casa a tiempo completo.
2. Los riesgos de mantener a las mujeres en la fuerza laboral son económicos, y se manifiestan naturalmente hoy. Pero también son humanos, porque la familia requiere de un sustancial apoyo maternal y paternal. No puede ser que las mujeres tengan que resolver la doble ecuación entre sus exigentes trabajos y sus complicados hijos. Para resolver un problema, la casa, vale más madre + padre, y que el padre, más duro para enfrentarse a las complicaciones de la calle, ocupe más tiempo en eso. Los roles son fundamentales y no pueden omitirse.
3. Además hay quienes propugnan ciertas cuotas para mujeres en cargos públicos o privados. Eso es meterse en la libertad empresarial de una forma dictatorial. Es buscar formar una sociedad de iguales cuando hay diferencias, no mejores y peores, sino de distintos. Es sencillamente antinatural y conspira contra el emprendimiento.
El "empoderamiento femenino" es un castillo de naipes. Es mejor la Dignidad Humana, con mayúscula.