lunes, 28 de octubre de 2013

¿Empoderamiento femenino?



A mi juicio, los candidatos presidenciales se equivocan cuando buscan "igualar la cancha" laboral entre hombres y mujeres. Explico por que.

1. Es hipócrita decir que las mujeres deben trabajar más o que deben poder hacerlo. Algunos aluden a la capacidad o el derecho, discutible per se, pero también hay quienes que lo único que buscan es que aumente la fuerza laboral en general, y en particular la más capacitada, con las mujeres que han optado por ser dueñas de casa a tiempo completo.

2. Los riesgos de mantener a las mujeres en la fuerza laboral son económicos, y se manifiestan naturalmente hoy. Pero también son humanos, porque la familia requiere de un sustancial apoyo maternal y paternal. No puede ser que las mujeres tengan que resolver la doble ecuación entre sus exigentes trabajos y sus complicados hijos. Para resolver un problema, la casa, vale más madre + padre, y que el padre, más duro para enfrentarse a las complicaciones de la calle, ocupe más tiempo en eso. Los roles son fundamentales y no pueden omitirse.

3. Además hay quienes propugnan ciertas cuotas para mujeres en cargos públicos o privados. Eso es meterse en la libertad empresarial de una forma dictatorial. Es buscar formar una sociedad de iguales cuando hay diferencias, no mejores y peores, sino de distintos. Es sencillamente antinatural y conspira contra el emprendimiento.

El "empoderamiento femenino" es un castillo de naipes. Es mejor la Dignidad Humana, con mayúscula.

viernes, 25 de octubre de 2013

Un pasado



Hago un juicio del recuerdo,
y envío un mensaje al desprecio,
y un clamor a la razón.
Pues siempre eché de menos pasión,
de ustedes, en una alta proporción.
 
Son un pasado improbable,
que aunque es innegable,
tienen curiosa condición,
y es que son más frías que el viento,
y acomplejadas po
r dentro.
 
Menos mal que fue así,
porque la frigidez es lo peor.
 
Del alma, claro.

domingo, 20 de octubre de 2013

Modas



La política tiene temas de moda. Eso no es nuevo. Hoy se habla de la vida en pareja, la educación, de abusos de grandes negocios, algo sobre salud y un poco sobre energía. Fíjense que casi todos opinan esto:

  • Hay que tolerar las diferentes formas de amar y las distintas formas de familia.
  • Se requiere educación pública, gratuita y de calidad.
  • Está muy mal que los empresarios abusen.
  • La salud tiene serios problemas.
  • No a Hidroaysén.
Me pregunto si, legítimamente, alguien puede discrepar de esos juicios.

¿Por qué no?

Qué pasa si:
  • Creo en el matrimonio heterosexual y en la familia tradicional como la mejor forma de basar las sociedades.
  • Creo que la educación privada es mejor que la pública y siempre la voy a preferir.
  • Creo que los abusos empresariales surgen cuando se aprovechan del ciudadano débil de cabeza.
  • Creo que la salud debe ser primera prioridad, con o sin privados.
  • Creo que debemos definir qué país queremos antes de rechazar o aprobar Hidroaysén.
Y así tantas cosas...

Usted discrepe conmigo, por favor. A lo mejor crecemos ambos. Pero con los candidatos no se puede discrepar, porque parece que interpretan, sin muchas ganas, a "las grandes mayorías".

Sé que no soy el único que piensa así.